martes, 11 de diciembre de 2012

RECUERDOS QUE PERMANECEN EN LAS RETINAS (Tercera Parte)

Y por fin tras mucho esperar, el tercer capítulo, en él conoceremos un poco mejor a Luis y a Silvia. Espero os guste y que para el cuarto este un poco más inspirado y no tengáis que esperar tanto.

Muchisimas gracias a todos por vuestro tiempo y por vuestra espera.





RECUERDOS QUE PERMANECEN EN LAS RETINAS


- Me llamo Silvia y ¿tú?

El joven Luis sonríe, aún es ese chico tímido recién salido del pueblo, tan solo lleva dos días en Salamanca y una preciosa morena se le presenta.

-                     Yo… yo soy Luis- tartamudea, desde pequeño los nervios le impiden acabar las frases con naturalidad.

-                     Dos besos, hombre, que no muerdo.

La frescura de Silvia le invade, quizás fuera eso lo que le enamoró de ella, o esos ojos negros en los que intentaba perderse, o el hecho de que tras los dos besos ella se fuera y no volviera a verla hasta pasados tres días. Así era Silvia, un espíritu libre que impulso a Luis a ser el hombre en el que se había convertido.

A los tres días se volvieron a encontrar en el comedor de la residencia, ruido de platos, risas, anécdotas de la noche anterior, el olor a patatas fritas lo impregnaba todo. 

Luis aún no conocía la noche salmantina, desde que llego a la Universidad tan solo tenía tiempo para ir a la Facultad y volver a su cuarto a estudiar, aún no conocía a los que luego serían sus amigos cuando Silvia apareció.

Un culotte negro que dejaba al aire sus largas piernas, hizo que Luis se girará sin poder disimular, ella se dio cuenta, siempre se daba cuenta de lo que Luis hacía.

-                     Hombre ¿cuánto tiempo?- le dijo abalanzándose para darle dos besos.

Luis consiguió mantenerse firme ante la impetuosidad de Silvia, sus pechos rozaron su brazo y nervioso logro responder, esa fue su primera conversación. A partir de ese momento ella le presentó a los chicos y poco a poco fue uno más del grupo. Comenzaron las tardes de pelis, las noches de juerga y de alcohol, las fiestas, los días sin dormir para recuperar lo no estudiado en meses, las noches sin dormir estudiando la anatomía de una estudiante danesa de intercambió.

Luis comenzó a vivir y todo aquello que vivía lo iba escribiendo y todo lo que escribía, Silvia lo iba leyendo. Las tardes al borde de la cama, en los que ella leía en alto mientras él escuchaba atento sus propias historias, se convirtieron en largas noches cada vez más juntos, más unidos. Sus manos se fueron juntando y sus corazones comenzaron a latir al unísono y al cabo de unos días sus jadeos se juntaron para alarmar a todo el pasillo.

De repente Luis vuelve al presente, se vuelve a encontrar en la planicie del cementerio y la joven Anya espera que él hable.

viernes, 7 de diciembre de 2012

BLANCO Y NEGRO LA MIRADA TRISTE

Bueno ya se que todos los que me leen esperan el tercer capítulo, lo se, lo se, fustigo mi espalda, me latigo sin compasión mi espalda sangra y todos contentos... no he tenido tiempo lo tengo en barbestro como dicen, pero llevo mucho tiempo sin publicar y antes de dejar varios días más os dejo un texto cortito pero creo que podría gustaros... y ahora si Yo Miguel Rodríguez juro y perjuro que el lunes publicaré el tercer capítulo...

Os explico un poco este texto ¿no? en un principio fue una idea para un corto pero creo que esta escrito de tal manera que vale como texto y así puedo publicar algo...

Espero os guste.







BLANCO Y NEGRO LA MIRADA TRISTE


            Blanco y Negro La mirada triste, el cabello humedo, las manos sucias. Siempre solo sin amigos, la pobreza es su unica compañera.

            El chico camina solo por la calle con un plano en picado en el que se ven unas zapatillas sucias y rotas. La camara se cambia y se le ve de espaldas ante una calle larga y estrecha al igual que oscura. La espalda del protagonista se va encorvando hasta que
 

            Color De pronto aparece una chica la oscuridad y la penumbra se convierten en luz y color, aunque  el chico sigue en ByN, se miran pero se separan sin siquiera hablar.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

OIR CRECER LA HIERBA


Ya se que estáis esperando el tercer capítulo, pero no he tenido tiempo o inspiración o que se yo para escribirlo, espero que el lunes que viene pueda publicarlo. Es muy complicado escribir capítulos con la presión de publicarlo cada dos días y que tengan una mínima calidad... Por ahora os dejo un texto, cortito, así los que aún no han leido los capítulos pueden ponerse al día y  los que si lo han leido tienen la posibilidad de leer un texto nuevo. El lunes os prometo que volveremos con Luis, Silvia, Ayna y el resto...






OIR CRECER LA HIERBA

La hierba crece, los perros corren por la pradera, dos pequeños corzos juguetean cerca de los árboles. Yo lo miro, contemplo el paisaje rural que me rodea, todo es paz a mi alrededor y nada puede turbarlo.

En ocasiones tanto sosiego me agobia, necesito todo aquello que la ciudad nos aporta, deseo escuchar una pelea entre automóviles a la entrada de la urbe, el cantar de un semáforo o porque no el canto de la sirena de la policía.

Y es que el bucólico paisaje rural acaba por quemar nuestras paciencias, la paz y tranquilidad no esta hecha para el hombre moderno, nosotros necesitamos emociones y algo que nos turbe. Si todo fuera paz necesitaríamos realizar algo para  sentirnos vivos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

FANTASMAS QUE PASEAN ENTRE LAPIDAS Y LLANTOS (Segunda Parte)



La segunda parte de la historia que comenzamos la semana pasada, espero os siga gustando. Muchísimas gracias por las palabras de apoyo y por todo el cariño que siempre me mostráis. Si queréis comentar algo ya sabéis como.







FANTASMAS QUE PASEAN ENTRE LAPIDAS Y  LLANTOS

Tras coger un taxi llega al cementerio, es la primera vez que pisa uno desde la muerte de su hermano, aún recuerda a toda su familia destrozada ante el duro golpe. Su hermano seis años menor había acabado su vida empotrado contra un árbol.

Con solo cerrar los ojos vuelve a ver a su madre, sin poder mantenerse en pie, sujetada por sus hermanas, mientras Luis intentaba mantenerse fuerte, era el último hombre de su familia y no podían verlo llorar.

Hoy todo es distinto, el cúmulo de sentimientos le abofeteó la cara nada más pasar la puertas del camposanto, los ojos se le inundan y le hacen difícil encontrar la procesión que acompaña el féretro de Silvia.

Mientras se limpia las lagrimas, logra verlos, sus antiguos amigos, ahí están, separados de la comitiva, lejos de los familiares.

 Joaquín ha cambiado y mucho, ya no queda nada del cuerpo que volvía locas a todas, la futura promesa del fútbol español, como se hacía llamar, se ha convertido en un hombre gordo y dejado, un gran bigote le cubre la cara y a su lado una mujer enjuta, de ojos diminutos y orejas y nariz desproporcionadas. Por su parte Mario, ha perdido la larga melena de heavy de la que siempre presumía, sus camisetas de Metallica han dado paso a un traje oscuro perfectamente amoldado a su cuerpo, de la mano una rubia, guapa pero sin nada que la caracterice.

 Luisa, como siempre loca por destacar, un vestido negro ceñidísimo que se amolda perfectamente a esas curvas que los volvieron locos, ya no es la jovencita sevillana que con solo una mirada conseguía enloquecer a todos los chicos del bar, pero aún conserva ese look de Femme Fatale que tanto le gustaba. Y Carlota siempre tan anodina, esa aprendiz de bibliotecaria que los observaba a todos en silencio y solo abría la boca para darles los mejores consejos que se pudieran imaginar, que habría sido de su vida si, por una vez, hubiera hecho caso a la niña de las gafas enormes en lugar de haberse guiado por sus instintos.

Los abrazos y besos se suceden, las lagrimas se mezclan y todos comentan la necesidad de verse más a menudo.

-                     ¡Tenemos que vernos al menos una vez al año! - comenta Joaquín intentando recuperar el liderazgo que perdió hace 30 años.
-                     Es triste que llevemos tantísimo sin vernos- dice Luisa sin dejar de mirar a Mario, los ojos verdes clavándose en el viejo rockero.


Luis no habla, se mantiene inmóvil mientras el resto habla de la tristeza de la enfermedad y lo mala que es la vida. Luis se mantiene apartado, asiente cuando debe y niega de vez en cuando pero esta muy lejos de esa conversación que nada le interesa.

De repente un fantasma aparece entre las lapidas, de la nada Silvia emerge y poco a poco se acerca a ellos. Sus andares encorsetados en un vestido liso negro, su pelo negro recogido, sus ojos oscuros, sus largas piernas se intuyen en los pliegues que se forman al andar.

- ¿Eres Luis no?- pregunta el fantasma.

- Si- Tartamudea, ya que nunca ha hablado con un muerto.

- Soy Anya, la hija de Silvia, te he reconocido por las fotos, no has cambiado nada.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LOS RECUERDOS QUE TE HACEN LLORAR SON AQUELLOS QUE NO VOLVERAN A PASAR (Primera Parte)


Ya sois muchos los que me piden algo más largo, ya he empezado a recibir cartas amenazándome y pidiéndome textos mucho más amplios, ¡Escribe una novela o te partiremos las piernas! insultos, gritos, he tenido que mudarme varias veces ante las amenazas de muerte... así que en un acto de valentía absoluta, hoy publico un texto mucho más largo de lo habitual, podría ser el inicio de una novela o quedarse en un cuento corto... ya me diréis que os parece y que queréis que haga con él...

Aquí si que sí espero sugerencias.

Muchas gracias por seguir aguantándome.






LOS RECUERDOS QUE TE HACEN LLORAR SON AQUELLOS QUE NO VOLVERAN A PASAR


Luis no podía dejar de mirar aquellas fotos, las fotos del último año de universidad, el año en que se distanció de todos aquellos a los que consideró hermanos durante cinco años. Y es que ya habían pasado más de treinta años desde que no veía a Joaquín, Mario, Luisa y Carlota. Tampoco había visto a Silvia en todo ese tiempo, ahora mirando las fotos, observó sus ojos, esos ojos que le habían dicho te quiero más de mil veces. Unos ojos negros que le devoraron durante tres años y que habían estado junto a él durante tres décadas.

Las fotos pasaban lentamente en la pequeña pantalla del portátil, el bamboleo del tren les daba un pequeño movimiento que les proporcionaba vida, de este modo pudo volver a ver Luisa bailar con ese movimiento de cintura que había vuelto loco a Mario, recuerda aquel culo y aquellas tetas de juventud y aún se pone nervioso. Sigue pasando fotos, jóvenes en ropa interior lanzándose almohadas, litros de alcohol sobre la mesa, recuerda fumarse aquellos porros que le pasaba Mario, como añoraba esa marihuana, la de ahora no era igual y eso bien lo sabe Luis que ayer le encontró una bolsita a su hijo y lógicamente le castigo, pero horas más tarde ahí estaba, desesperado desempaquetando la pipa que trajo de Marrakech.

¿Por qué se habían distanciado? Se preguntaba, todo era perfecto, ¿por qué nos fuimos cada uno a una ciudad? ¿Por qué no nos fuimos a vivir todos juntos como habíamos decidido? Ahora ya solo le quedan recuerdos, recuerdos que en su mayoría se han convertido en leyendas ya que no recuerda donde acaba la realidad y donde empieza la fantasía del que lo contaba.

 Las fotos siguen corriendo de modo automático, cada cuatro segundos una nueva foto se planta en su retina para transmitirle nuevos sentimientos. ¿Como es posible que tenga tan pocas fotos con Silvia? Era asombroso el parecido que su actual mujer, una jovencita quince años menor, tenía con aquella chica de ojos negros, y es que desde que Luis acabo la Universidad y se marcho a Boston había estado buscando a Silvia en todas las mujeres con las que había estado. Algunas tenían sus ojos, otras sus largas piernas morenas, otras aquellos pechos en los que había pasado horas hasta conocer cada uno de los lunares. Pero nunca llego a encontrarla de nuevo. Se había casado tres veces pero ninguna pudo suplantar a aquella niña que le robo el corazón hace ya más de treinta años.

Dos pequeñas lagrimas recorren la envejecida cara de Luis, dos lagrimas que no le impiden mirar a la joven azafata del tren, que le sonríe pícara, no he perdido mi encanto se dice Luis, pero seguramente le haya reconocido, hace poco salió en todos los medios presentando su última novela y desde ese momento unas gran cantidad de busconas han estado intentando llamar su atención. Pero hoy no, hoy no utilizará sus encantos ni sus dotes de seducción, hoy es un día para Silvia, Silvia y él y lo que pudo haber sido y no fue.

Y sino fue solo él tiene la culpa, solo él le dijo que le estaba cortando las alas, solo él dijo que le llamaría a la vuelta de EEUU, solo él se olvido de llamarla en cuanto conoció a la primera Cheerleader, solo él se caso con aquella modelo brasileña de la que se canso a los veinte días.

El tren esta a punto de llegar a Salamanca, la ciudad empieza a traerle nuevos recuerdos, la catedral, la pontificia, tiene ganas de que el tren cese el traqueteo para empezar a pasearla, para recordarla, pero recordarla a su manera no le importa lo que haya cambiado o lo que ya no esta, para él siempre será igual. Aunque es imposible, Luis reza para encontrarse con alguien de los de antes, no de sus amigos a los que ya sabe que verá, sino de sus compañeros de facultad o aquellos que terminaban las noches con él sin apenas saber su nombre. Le gustaría encontrarse con alguna de las chicas sobre las que estuvo, pero quiere verlos tal y como estaban antes, quiere verse igual, a cada paso que da se da cuenta de que no, cada reflejo en los escaparates le dice que ya no es aquel joven de veintidós años que paseaba aquellas calles.

Nada mas llegar a la Plaza de Anaya se ve a si mismo en la cara de los muchos jóvenes que están sentados en los jardines, recuerda las tardes de guitarras y litronas, besos y porros, casi sin darse cuenta se ha sentado sobre la hierba, su traje negro se arruga sin importarle lo más mínimo, la corbata le aprieta y el calor sofocante que azota la ciudad le inunda las axilas. Los jóvenes le miran extrañados no entienden a ese hombre trajeado que se queda extasiado mirando todo lo que pasa a su alrededor.

Luis llora tristemente por la perdida de Silvia, como es posible que un cáncer se llevará al amor de su vida, como puede ser que casi treinta años después la siga amando tanto, ¿era necesaria su muerte para volver a reunirlos? ¿Por que no pudo volver a verla?, ¿por que no cogió ese avión antes?, ¿por que no la volvió a llamar? El se había convertido en un hombre de éxito, su ego se acrecentó a lo largo de los años impidiéndole reconciliarse con su pasado y haciéndole olvidar todo lo que fue, todas las promesas que hizo y que jamás cumplió.

Se levanta ya es la hora de ir al cementerio, allí se encontrará a sus viejos amigos, allí vera por última vez a Silvia encerrada en su cárcel de madera, allí podrá por fin enterrar los recuerdos que le han acompañado los últimos días.

lunes, 19 de noviembre de 2012

OJOS


Comenzamos una nueva semana y de nuevo en el Blog cuento con la colaboración de Miguel Peréz González y Ana Esbec, la foto espectacular.

Por otra parte el texto de hoy habla de hablar sin palabras, de las miradas, podría hablar de amor o de amistad... en fin espero que os guste





OJOS

¿Recuerdas cuando al mirarnos ambos sabíamos lo que el otro iba a decir?
No dejábamos acabar las palabras,
tan solo tus ojos ya me decían si estabas bien, mal
o si lo único que querías era dar un paseo,
agarrados de la mano,
sin abrir boca,
tan solo andar…
Nuestros ojos reflejaban inquietudes y anhelos
Angustias y alegrías
Las mejores sonrisas las vÍ en tu iris
¿Recuerdas cuando al mirarnos ambos sabíamos lo que el otro iba a decir?

viernes, 16 de noviembre de 2012

EL VIAJERO EN LA NOCHE

El texto de hoy lo escribí ya hace más de 10 años... que viejo me voy haciendo... habla de lo que sentí la primera vez que deje de mi casa para empezar la universidad. Habla de sueños pero tambien de miedo, de esperanzas y temores espero os guste y os sintáis identificados con él.







EL VIAJERO EN LA NOCHE




El autobus recorria la ciudad a gran velocidad, las caras difuminadas, los edificios pasaban rapidamente delante de mis ojos. Yo miraba la ventana como aquel que cree que no volvera a ver el paisaje que se le presenta ante si. En ese momento no llore, pero sabia que algun dia lo haria.

Todo pasaba, las caras hasta entonces conocidas dejaban de serlo, las calles que recorri mil veces parecian distintas, todo cambiaba y el sol comenzaba a ponerse.

A mi lado una mujer, su pelo gris y ondulado, su cara de una vejez prematura como quien ha vivido más de lo que hubiera querido, dormia con una sonrisa en la boca. El autobús estaba en silencio, tan solo leves murmullos que molestaban a la soledad de la noche.

Yo seguia inmerso en mis pensamientos, en mis recuerdos, en mis nuevas ilusiones, mis sueños. Todo en mi era nuevo, habia roto el cascaron y habia llenado la maleta con mi nueva vida, una vida desconocida e inesperada, una vida en la que, por primera vez, estaria solo. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

GOTAS

El blog no entiende de huelgas y hoy volvemos a trabajar, hacía mucho tiempo que no publicaba nada romántico y melancólico así que me puse a buscar y he encontrado este relato. No me acuerdo de cuando lo escribí la verdad, por el tipo de escritura diría que es de Madrid y tiene alrededor de 4 años (más o menos la misma época en la que me encontraba rodando Cerdas) en fin que me lió, os dejo el relato y espero que os guste y que no me hagáis piquetes en el Blog...





GOTAS

El calor aletargaba mis músculos, el sudor recorría todos los pliegues de mi pecho desnudo. Una pequeña gota bajaba desde mi ojo hasta la comisura de mis labios, pareciendo que llorará.

Otro cigarrillo apagado en el cenicero, otra cerveza acabada en el suelo, la música sigue trayéndome recuerdos… recuerdos de la primera vez que te vi, la primera vez que escuche tu voz, recuerdo la vez que escuche tu risa y mi corazón por momentos dejo de palpitar. Me sorprendo pensando en tus ojos, en tu boca, tus piernas, tu ombligo… y me digo que no puedo seguir asi, no debo seguir pensándote cada día, cada minuto, cada segundo...

Enciendo otro cigarro, me levanto a por otra cerveza y siento como el sudor recorre mi espalda, me pregunto que estarás haciendo, en que estarás pensando, me pregunto si tu también piensas en mí, si yo para ti también soy especial o tan solo alguien más que pasó por tu vida.

En la cocina oigo a la vecina de abajo follar, y una sana envidia recorre mi alma, me decido a abrir la cerveza caliente de la alacena, el amargo liquido recorre mi garganta, odio las bebidas calientes pero el alcohol es lo único que cura las heridas.

Llevo días sin trabajar, días sin poder centrar mi cabeza, días sin poder dejar de soñarte, días sin dejar de amarte. Creo que supe esperar pero también se que esto puede acabar conmigo así que tendré que aprender a vivir otra vez.

Una nueva vida sin ti pero contigo, una vida en la que ya no piense que seas lo más importante, una nueva vida de soledad compartida. Una vida en la que quererme se convierta en mi objetivo y en el momento en que me quiera más a mí de lo que he que podido querer a nadie, decidir volver a buscarte.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ramblas


Se iba acabando la mañana y aún no había publicado... si es que llevo un follón de día, correteando por la oficina... en fin que no os voy a aburrir con mis historias laborales y no tengo mucho tiempo para escribir...

El texto de hoy lo escribí en Barcelona (el título indica de que va) y es una fotografía de la calle, de la ciudad. Espero os guste...





RAMBLAS

A la mañana las flores ocupan las calles de Babel.
Lenguas diferentes que se entremezclan hasta convertirse en la lengua de la calle.
Suben y bajan, rubias, morenas, asiáticas.
A la noche todo cambia, las flores se convierten en mujeres que venden sus besos.
Las cervezas corren por la calle y el hachis empieza a humear.
La mezcla de lenguas continua entre minifaldas y pantalones ceñidos.
Todo se junta en la gran coctelera de la vida..
Los bajos fondos junto a la gente que sale del liceo se juntan para dar vida a la ciudad.

viernes, 9 de noviembre de 2012

TEXTOS

Tras la convulsión sufrida ante la última entrada, gracias de antemano a todos los que la habéis visto que habéis sido muchos. Volvemos a una entrada más normal de nuevo un texto que habla sobre los textos, sobre la sensación o sensaciones que tengo al escribir, sobre el miedo a terminar y sentirme vacio, sobre la necesidad de tener algo inacabado por lo que luchar.

Espero os guste.




TEXTOS

Me gusta dejar textos a medias,
pequeñas frases que no significan nada pero que tarde o temprano formarán un todo.
La sensación de inacabada que tiene una frase en un documento de Word
La alegría que te da que a partir de esa frase surja un relato
Poco a poco sin prisa, pequeños retazos por aquí, una coma por allá, un sinónimo para no repetir
Y finalmente el texto esta acabado… 
en ese momento sufres, recuerdas lo que sentías al escribirlo y lees una y otra vez el escrito pero no logras recuperar la ilusión de la primera vez…

 Y de repente una idea, una frase, una palabra y todo vuelve a empezar

miércoles, 7 de noviembre de 2012

CERDAS, UNA HISTORIA DE AMOR


La entrada de hoy es un tanto extraña ya que no es nada literario propiamente dicho, es mi primer cortometraje rodado hace ya más de 4 años en Madrid. Es un estreno mundial, unicamente una cámara dos actores (entre ellos yo) y dos muy buenas amigas nos sirvieron para realizarlo. Con mil y un errores cuenta una historia de amor y desamor desde un punto de vista muy original.

Muchisimas gracias a Ángeles Arroyo Gil y a Margarita Arroyo Gil por su ayuda ya que como ellas bien saben no hubiera sido posible sin ellas.



No puedo colgar el video directamente así que os dejo el enlace a youtube.



CERDAS, UNA HISTORIA DE AMOR

Gracias a Raúl Álvarez creo que ahora también se puede ver desde aquí...


lunes, 5 de noviembre de 2012

EL OTRO DÍA SOÑE


Tras este gran fin de semana para los que han tenido puente, volvemos a la normalidad. Poco a poco el frio va apareciendo haciéndonos saber que el invierno se aproxima. Lluvias, vientos, abrigos, jerseys gordos. Ya todos hemos cambiado la ropa de nuestros armarios y la manga corta esperará unos meses para volver.

Aquí os dejo el texto de hoy a ver que os parece, es nuevo, escrito este fin de semana. Espero os guste.





EL OTRO DÍA SOÑE


Soñé que te volvía a ver
Que nuestras miradas se cruzaban por la calle
Las broncas se olvidaban y nos acercábamos a hablar
Nos tomábamos unas cañas y recordábamos que nos queríamos
De nuevo nos besábamos y ya en la cama tocábamos donde nadie nos había tocado...

Me desperté, la sonrisa de mi cara se borro cuando vi la cama vacía.
Pero al llegar a la cocina, ahí estabas con mi camiseta larga sobre tus piernas desnudas
Sin mediar palabra te bese

-       Te he echado de menos
-       Eres tonto- con una sonrisa en la boca
-       No quiero que te vuelvas a marchar
-       Nunca me he marchado
-       No quiero que volvamos a discutir
-       Lo haremos
-       No quiero dejar de besarte

Nuestros labios se juntaron, los pies fríos sobre el suelo de la cocina, las tostadas quemadas y un leve pitido que cada vez se hace más fuerte…

viernes, 2 de noviembre de 2012

BANCOS EN EL PARQUE


Tras el día de los Santos volvemos a la normalidad, bueno toda la normalidad que se puede tener un viernes, ya estamos todos ansiosos con la llegada del fin de semana y con los planes que vamos a hacer.
Hoy 2 de noviembre además es el cumpleaños de mi sobrinin, el mayor de todos 21 añazos que cumple... le iba a escribir algo y publicarlo pero he decidido escribirlo y mandarselo por correo ya que es una cuestión personal que solo nos importa a nosotros... así que Dieguete a lo largo del fin de semana recibirás un mail...

Además este domingo mis padres cumplen 49 años de casados, así que muchísimas felicidades por todo este record... bueno que me enrollo y no hablo del texto que voy a publicar, he de decir que me lo he encontrado por casualidad mientras hacia limpieza del escritorio, esta escrito en Madrid hace 3 o 4 años pero la acción transcurre en Salamanca, de la época que vivía cerca del Barrio Chino, habla de la necesidad de hablar, de la vejez y de la soledad.

Espero lo disfrutéis.






BANCOS EN EL PARQUE


La mujer caminaba, el taconeo de sus zapatos se oía por toda la barriada, ya no era tan bella como a los veinte, ni tan interesante como a los cuarenta pero a sus cincuenta y tantos aún había hombres que venían a verla.

El paseaba asustadizo, como la primera vez que fue, sus ojos arrugados se fijaron de nuevo en ella, siempre era ella, se conocían desde hacia más de treinta años y siempre le empezaba a hablar acobardado.

Ponen un precio, él paga obediente, ella guarda los billetes en una vieja cartera, él no quiere subir aún, prefiere sentarse en el banco del parque, ella lo acompaña. Allí el viejo comienza a hablar, de sus nietos, de sus hijos, de su difunta. Recuerda el día que nació el primero, cuánto lloró Almudena, incluso le enseña algunas fotos, el color sepia lo recorre todo. La vieja Magdalena, escucha atenta, su mano recorre la fina pierna de Ernesto y su mirada se clava en esos ojos llenos de cataratas.

Él sigue hablando, no para de hablar de todo y de nada, ella como desde hace años solo escucha, asiente y sonrie, se entristece cuando tiene que hacerlo y suelta una risotada cuando él también lo hace. Hoy no subirán a la habitación, a decir verdad nunca han subido, él ya esta vacío, ya no tiene nada que expulsar.

Se dan dos suaves besos en las mejillas y se despiden, ella vuelve a su esquina y él prosigue su torpe caminar por las viejas calles de la ciudad.

miércoles, 31 de octubre de 2012

LAGRIMAS


Antes del festivo una entradita para hacer es "Miernes" mucho más agradable. La entrada de hoy quizás sea bastante significativa para el día de los Difuntos (pero mi intención cuando la escribí seguro que no era esa).

De la foto ni voy a hablar porque me parece espectacular, de nuevo Miguel Peréz González capta la esencia del texto y con la presencia de Barbara Andrés logra sobrecogernos. Clickar sobre la foto para verla en grande merece la pena.




LAGRIMAS

Lagrimas que recorren mejillas inertes.
Recuerdos que hieren a los corazones.
Necesidad de abrazos, de besos, de amor.
Miedo de vivir en un mundo sin amor.
Soledad que nos acompaña.
Lagrimas que acompañan nuestros sentimientos y nos arropan.