La semana que viene tres textos inéditos... parece que las musas están activas, espero poder continuar este ritmo infernal.
La foto de hoy es mía y pese a no tener la calidad de las que normalmente publico creo que no esta mal, sobretodo para estar hecha en un tren.
BERLIN
El vuelo sale de Madrid, el aeropuerto como siempre lugar de
alegrías y de penas, de bienvenidas y despedidas, de lagrimas y lagrimas. Yo,
oculto tras mi gorra me dispongo a embarcar, Berlín me espera y con ella unos
amigos a los que hace tiempo que no veo.
La emoción me embarga durante el viaje, las nubes tras los
pequeños ventanucos del avión, la guía de la ciudad ante mis ojos y las ganas
de empezar una pequeña aventura. El avión llega y ahora toca tren, un tren que
tarda horas en llegar… paradas técnicas, fallos en las vías y mis nervios a
flor de piel…
Ya estamos juntos el viaje comienza, nos contamos todo, los
últimos años en apenas 3 cervezas, recordamos viejas anécdotas, reímos,
pensamos, arreglamos el mundo y nos encontramos… estamos juntos y da igual que
sea en Salamanca, Madrid, Berlín o a 100 mil kilómetros.
Berlín me espera, con sus manos de trabajador golpea mi puerta, sus arrugas demuestran que ha vivido demasiado en poco tiempo, sus ojos llorosos por los recuerdos, sus pies anclados en el pasado pero con la frente levantada hacia el futuro, porque el futuro promete, el futuro es mío podría decir la capital alemana.
Amplias avenidas y la torre de Televisión que lo domina
todo, desde todas partes puedes ver uno de los símbolos del Berlín Oriental... andas sin agobios, sin prisas, sin los grandes problemas de las grandes
capitales europeas. No se respira el mismo ambiente que en París, Roma, Londres
o Madrid, Berlín mantiene su espíritu, su alma o el alma de todos aquellos que
lucharon, vivieron y murieron. Y es que Berlín es historia viva del Siglo XX,
dos grandes guerras, el Tercer Reich y la secesión de una ciudad…
Los restos del muro con sus graffittis reivindicativos nos
recuerdan que la ciudad no siempre tuvo esta anatomía, pero el capitalismo ya
ha contagiado a los orientales… pasear por Berlín es recorrer los pasos de
Napoleón, Bismarck y Hitler y de ello nos damos cuenta en cada una de las
placas y pequeños recordatorios que hay en la ciudad. Porque Berlín es
Recuerdo, recuerdo de los 6 millones de Judios que murieron por la barbarie de
los hombres, recuerdo de los pecados cometidos que jamás deben volver a
repetirse.
La noche cae y los berlineses se toman sus cervezas,
nosotros los acompañamos, una tras otra van cayendo y los chupitos les hacen
compañía… las conversaciones en varios idiomas… la noche cae y nosotros con
ella, Berlín sin embargo se mantiene, Berlín no duerme.
Poco a poco se va acabando el viaje y no he hablado aún de
los parques, los canales, los clubes, los museos, las catedrales, los
currywurst, los codillos... Para ello habrá una segunda parte o un segundo
viaje que espero ansioso… quiero seguir contagiándome de vida que desprende.
Me encanta!!! Un beso. Marga
ResponderEliminarMuchas gracias pequeña... un bessote
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