miércoles, 19 de septiembre de 2012

LAMENTO HABER VENIDO HOY

Ayer andaba perdido, no sabía que publicar... no sabía si intentar escribir algo nuevo o usar alguno de esos textos que tengo guardados en el cajón. Estaba a punto de publicar un relato largo y melancólico pero no quería resultar demasiado tristón o moñas o como queráis llamarlo. Y de repente, rebuscando entre los archivos del ordenador, escondido entre docs del trabajo y de la facultad, me encuentro con este texto, que bien podría ser el inicio de un corto, un dialogo sacado de la nada, sin orden ni concierto.

Espero os guste.






LAMENTO HABER VENIDO HOY

- Lamento haber venido hoy.
- Quizás debieras llamarme mañana  y...  hablamos.
- Es que ¿ya no me quieres?
- Nunca dije que te quisiera.

El hombre se levanta de la cama, ella de pie, enfrente del espejo, probandose un nuevo sujetador. El mira su reflejo, ella tambien, él quiere seguir hablando ella hace tiempo que dijo su última palabra.

- Entonces debería irme.

Ella no contesta, el hombre se toca la barba de tres días por la que ella tanto se quejaba, no quiere marcharse, no quiere dejar de ver esa espalda y ese reflejo que le ignora. Camina lentamente hacia la puerta de la habitación.

- Entonces ¿mañana te llamo?

De nuevo el silencio le responde, abre la puerta y sale, nadie le despide, nadie le dice nada, tan solo el silencio de un pasillo de hotel. Mientras camina hacia los ascensores espera que ella le grite: te quiero, quedate una noche más. Pero tan solo una limpiadora con su carrito interrumpe el silencio de la noche.

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