Tras la entrada del miércoles que hablaba del amor de dos amigos que se acaban de casar y la del lunes que hablaba del miedo a actuar, hoy toca una entrada que habla del desamor, de como una ruptura rompe tu alma en mil pedazos. Pero de todas las rupturas se sale y lo que ayer era tristeza hoy solo es un recuerdo bonito o un relato desgarrador. En fin que la vida sigue y pese a que el texto que sigue a continuación sea duro hay que saber recomponerse y volver a vivir, volver a salir, volver a sentir.
La foto que acompaña al texto es de nuevo Nicolas Rodríguez Crespo, y no es por nada pero a mi me parece maravillosa, muchísimas gracias.
PD: a petición de bastantes de los lectores del Blog y de algunos amigos he comenzado a escribir un texto más largo, no quiero llamarlo novela ya que a lo mejor en la página 10 me aburro y lo lanzo a la basura... os iré informando sobre como va. Muchas gracias por leerme.
Tirado en la cama, los ojos aún llorosos y el corazón aún roto. Los
días pasan y aquí no queda nada, tan solo un techo blanquecino, una cama sin
hacer y un hombre desnudo en ella, sin rastro de ti, sin rastro de tu silueta
desnuda en la cama, nada, nada.
Flujo de pensamientos que dicen que te perdí, flujo de pensamientos
que cuentan que no hice todo lo posible por retenerte, pensamientos que quizás
acierten, yo que se realmente no puedo pensar.
Mi corazón late fuerte, oí tu voz por la escalera, oigo tus pasos
acercándose, los latidos se disparan, tu taconeo incesante, ya imagino tu cara,
tus hombros, tus pechos, tus muslos, tus piernas, tus pequeños pies tus
deditos, sigo oyéndolo pero cada vez más lejos, más lejos, más lejos. Dejo de
ver. Pero mantengo en mi recuerdo tu cuerpo, tu mente, tus palabras.
Que duro es pensar que lo tuviste todo y lo dejaste marchar. La
soledad se abate sobre mi cuerpo y mi alma, tú eras mi luz, y ahora todo es
noche, tú eras mi sentir y ahora no siento nada. Ahora hay dos mentes solas que
no quieren estarlo, dos cuerpos solos que desearían estar juntos, la soledad
nos ha conquistado, como una horda de fieros hunos conquistaba una aldea, pero
no todo esta perdido aun quedan los recuerdos. Mis recuerdos, tus recuerdos, lo
nuestro.
Lo más
bello que hubo nunca, lo más importante, no importaban las guerras ni las
batallas, no importaba la hambruna ni el duro trabajo, tan solo tú eras
importante. Llegar a casa y encontrarte, hablar, besarnos apasionadamente,
sentir tus manos contra las mías, sentir tus labios en los míos, sentir tu piel
tersa apoyándose en mi cuerpo, acaso ¿hay algo mas bonito que dos personas que
se aman? No lo se ni me importa, tan solo tu me importas.
Un día
más, otro día perdido sin ti a mi lado. La gente habla yo, no escucho, la tele
encendida yo no veo, las flores en la mesa yo, no huelo, la comida en el horno
yo… ya no como.
La
mente perdida, tanto como siempre, pero ya no tengo con quien perderme en mis
fantasías, ya no tengo con quien ir, ahora solo hay la nada, y es lo más
horrible que puede haber. Mi mente perdida ¿dónde iba a estar?
Me
encuentro mal, siento que la amargura ya ha invadido mi cuerpo, ha entrado
rápidamente por los pies y se ha ido extendiendo rápidamente por todo el
cuerpo, ahora ya he sido conquistado, no me queda más que llorar, sufrir ya no
hay nada por lo que vivir, tu no estas, yo no quiero estar, la vida ya da
igual.
Leo lo
que he escrito y me doy cuenta de que estas frases sin orden ni coherencia son
fiel reflejo de mi. Frases sin más sentido del que le quieras sacar, frases
para ti o más bien para mi, desahogo mental, una buena lavativa de
sentimientos, una reflexión acerca de todo, intentar desanudar un estomago
hecho trizas por amor…