Seguimos con este viaje a los infiernos que para mi esta siendo Caleidoscopio, continuamos con nuestra protagonista y poco a poco la vamos conociendo mejor.
CALEIDOSCOPIO (3)
Otra
noche sin dormir, otra noche sufriendo la oscuridad, Alicia no aguanta más,
Alicia no quiere seguir sufriendo sola en su habitación. La enfermera le ayuda
a bajar al comedor, en él se encuentra a sus compañeros, dementes, enajenados,
pajilleros crónicos, deformes. Ella los desprecia, no se siente igual que
ellos, ella es bella pese a las ojeras, ella no esta loca.
Le
es imposible tragar la papilla que les dan para desayunar, restos del pure de
frutas se le quedan en la comisura de los labios, las arcadas le suben desde el
estomago y en varias ocasiones esta a punto de vomitar, la comida no sería
menos mala si lo hiciera.
La
voz en su cabeza se ha calmado, parece que duerme, siempre duerme por el día
para amargarle las noches, ella sin embargo no duerme, no puede dormir, por las
noches lucha contra la oscuridad y por el día lucha por ser normal.
¿Pero
qué hago? No puedo escribir en tercera persona, soy YO la protagonista, no
puedo evadirme de la historia, no debo contarla como si fuera otro, no es
lógico que me abstraiga y lo escriba como si de otra se tratará. Si es así por
que no hablo de Felix que se pasa el día masturbándose hasta provocarse
hemorragias en su… no puedo escribir esa palabra, el Doctor me ha prohibido
pensar en eso… no, no, no debo
seguir marchándome, si fuera así porque no hablo del exterior, de Mama, Papa,
de Alex, lo echo de menos pese a todo el daño… no, no, tengo que hablar de mí, de lo que sucede aquí, pero tengo que
contarlo YO sino nunca podré marcharme, sino nunca lograré curarme…
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