Hoy tampoco quiero publicar un escrito demasiado sentimental, que sino va a parecer que me paso el día llorando por las esquinas y no es así. Este texto no es tan poético como los anteriores (a nivel de estructura) pero pese a los años (creo que es de mi primera época Salmantina) creo que esta bastante bien y es muy visual. Espero que os guste.
EBANO
Su piel de ébano tocaba dulcemente las sabanas blancas, yo observaba
desde mi silla aquel cuerpo dormido. Recorría con la mirada aquellas zonas que
horas antes habían recorrido mis labios y mis dedos, lentamente deteniéndome en
cada suspiro, en cada respiración agitada.
Ahora tan solo con mirarla me acordaba de lo sucedido horas antes,
noche de borrachera en la que por cuestión de falta de cabeza había acabado en la cama de aquella mulata,
habíamos jugado durante la noche y ahora a la luz del sol ella dormía
complacida.
Aun recordaba sus labios sabrosos, que sabían a gloria, me veía
morderlos con fiereza mientras con mis manos agarraba fuertemente sus pechos
dorados. Nuestro sudor comenzó a mezclarse al tiempo que yo comenzaba a bajar
por el valle de su estomago para llegar hasta su ingle, en la que me detuve
hasta que los gritos comenzaron a escandalizar a los vecinos.
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